lunes, 14 de febrero de 2011

la teoría del beso

Me presento... Se presenta...Se presentan también unos roces entre nuestras mejillas, esas que adquierieron un color rosado en cuestión de segundos debido a la timidez.

- Encantada de complacerte! Uy! Digo... encantada de conocerte (en una frecuencia que solo captaron las hormigas y una longitud de onda que chocó con su pequeña nariz al bajar la cabeza hasta el punto en que su pelo se convirtió en cortina para tapar su vergüenza)...
- Complacido por el encanto de tu complacencia! (con esa chulesca sonrisa que codeó hasta encontrar un hueco en su cara disimulando la horrible timidez que hace que su vida sea un poco más difícil que la de su compañero de piso)

"Y ahora qué?" (piensan en dúo)
"Voy a sentarme y esperaré a que diga algo gracioso o a que se me ocurra algo interesante. No valdrá cualquier cosa. Parece culto, he de sorprenderle."
"El silencio está de mi parte. Voy a hacerlo. Sí. Voy a ganar esta batalla aunque tenga que arrodillarme ante el Faraón Ridículo VI. Aunque... huirá si lo hago?
"Si lo hace, seré suya! Sí. Definitivamente, sí."
"Por qué demonios tengo la sensación de que son seis leguas las que nos separan? Si solo son seis centímetros de nada y, con los temblores que tengo, cada vez estoy más cerca."
"He de decir algo! Pensará que soy una niñata."
"He de atreverme! Antes de que sople el viento y se la lleve."

Si es que los silencios siempre son incómodos. Siempre lo han sido y siempre lo serán. Si no se habla, se tiende a pensar en el deseo que en caso de desconcierto es sinónimo de tortura. Y tras ese silencio y un gran esfuerzo llega el Beso triunfante o el Rechazo vencido. Solo hay dos salidas. El caso del "tal vez", es una cosa aparte. Incluye volver a pasar por el silencio y la tortura hasta nuevo resultado. El bis suele ser agradable, tratándose de música pero en este caso... yo no pediría "otra".

2 comentarios:

Iván dijo...

Sencillamente increíble.

Iván dijo...

Tantos años después sigue siendo increíble!!